miércoles, 29 de mayo de 2013

El Imperio de los Rodríguez, cobijados en el poder económico y político de gobiernos del PAN

 La historia de un matrimonio panista que encontró en la política la ruta para incrementar su fortuna utilizando recursos federales

 Por Jaime Delgado
Cobijado en el poder político y económico, el secretario de Fomento Agropecuario del Gobierno del Estado, Antonio Rodríguez Hernández, al lado de su esposa la regidora panista María del Carmen Iñiguez Casanova, no solamente acrecentaron el poderío agrícola sino que incursionó en el sector turístico comprando hoteles de propiedad
pública en el sexenio de Felipe Calderón, su correligionario e invitado a tertulias en el Rancho Los Pinos de San Quintín, Baja California.

Millones de pesos privados y públicos hicieron crecer este emporio económico, centros de salud, escuelas, pavimentos, áreas deportivas y transacciones.

                                                   Gobernador José Guadalupe Osuna.

Desde el poder político, un funcionario del gobierno de José Guadalupe Osuna Millán, amasó una fortuna al lado de su esposa María del Carmen Iñiguez Casanova de Rodríguez.
Además es amigo del ex presidente Felipe Calderón, quien disfrutó de las atenciones del Imperio de los Rodríguez en el rancho Los Pinos.

Mientras que en San Quintín los pueblos son suministrados con agua salada, sin pavimento, ni viviendas dignas, tampoco drenaje, violaciones permanentes a los derechos humanos, pero eso sí el Imperio de los Rodríguez crece, crece y no parece tener fin, para ello formalizaron Inmobiliaria La Pinta.
Desde el poder, la esposa con el cargo de regidora y el marido como Secretario de Fomento Agropecuario del gobierno estatal, se hicieron de dos hoteles que estaban bajo dominio del FONATUR, una entidad del Gobierno Federal.

Hotel Santa María propiedad del Secretario de Fomento Agropecuario y comprado al gobierno Federal en la peoca de Felipe Calderón.

Tema por cierto que la entidad promotora de turismo del gobierno federal se niega a proporcionar detalles de la venta.
Se pudo constatar que a la par del crecimiento económico, saltan a la vista las carencias de los trabajadores del campo del rancho Los Pinos, muchos de ellos indígenas. No hay elementales servicios públicos como drenaje y agua potable, no se diga de calles pavimentadas, las escuelas, centros deportivos en los pueblos.
Viven de Los Pinos, es su fuente de riquezas.
Antonio y María del Carmen, dos panistas que en el gobierno de Baja California de José Guadalupe Osuna Millán, crecieran en los negocios particulares y en el terreno político como ningún otro empresario, se abrieron camino en la actividad hoteleros y acrecentaron el área agrícola.
El Imperio de los Rodríguez empezó a consolidarse con la participación activa de la familia en la política militante en el Partido Acción Nacional (PAN), sobre todo de Antonio Rodríguez Hernández y la esposa del ahora funcionario estatal, María del Carmen Iñiguez Casanova de Rodríguez.
Mera coincidencia dirán algunos.
Entre la riqueza y la marginación, un pueblo donde no parece ver Ley.

Esta pareja fue abriéndose camino de la mano del poder, ella fue dirigente de las mujeres en el PAN de Baja California y él diputado local, ahora ella es regidora de Ensenada y él sigue en el cargo de Secretario de Fomento Agropecuario, a un lado de Osuna Millán.
Fue éste quien operó a través de Israel Camacho, para mantener a uno de los dueños la empresa agrícola Los Pinos de San Quintín, en la titularidad de la Secretaría de Fomento Agropecuario (SEFOA), a pesar de la oposición de agricultores del Sur de Ensenada, donde lo conocen perfectamente.
A pesar de la adversidad, el matrimonio Rodríguez Iñiguez, llevaron al éxito sus carreras políticas, el crecimiento en sus negocios se vio reflejado con la creación de la empresa de bienes y raíces “La Pinta Inmobiliaria S.A. de C.V.
Sin experiencia alguna en el negocio inmobiliario los esposos Rodríguez, entraron al concurso de compra de dos hoteles del gobierno federal que administraba FONATUR en plena época de los dos gobiernos panistas.
Muelle Viego en la Bahía de San Quintín, otras de las adquisiciones del Secretario de Fomento Agropecuario.

Por ejemplo, el Título de Propiedad fechado el 25 de abril de 2005 expedido por instrucciones del entonces presidente Vicente Fox Quesada, para María del Carmen Iñiguez Casanova.
La esposa de Antonio Rodríguez obtuvo un terreno de 9 mil 800 metros cuadrados, en la Colonia Venustiano Carranza en Ensenada.
El 7 de marzo de 2011 inscribieron al Registro Público de la Propiedad y el Comercio un contrato de compra-venta con Nacional Financiera, que es Fiduciaria del Fideicomiso Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR). En este documento se comprueba la transacción con un valor de operación de 9 millones 55 mil pesos.
Con este recuerdo compraron al Gobierno Federal un hotel de más de 54 cuartos, restaurante y con salida a la playa Santa María, nombre que le fue impuesto el inmueble que se conocía como La Pinta.
El valor del avalúo por este destino turístico fue de 6 millones 802 mil pesos. En la inauguración del hotel, ya en manos de los esposos Rodríguez convocaron prácticamente a todo el gabinete estatal, incluyendo al gobernador José Guadalupe Millan, empresarios del sector agropecuario.
Vista panorámica de los cultivos protegidos del Rancho Los Pinos en San Quintín. Hasta dónde te alcance la vista.

Las pistas de aterrizaje fueron utilizadas para llegar al festejo por este logro.
LOS RASTROS DE LA RIQUEZA
El más reciente movimiento de La Pinta Inmobiliaria fue el 4 de marzo de 2013, mediante una transmisión de propiedad ante el Notario Público número 7 en el municipio de Ensenada para La Pinta Inmobiliaria, S.A. de C.V.
Dos terrenos en San Quintín fueron escriturados al negocio del Secretario de Fomento Agropecuario y de la regidora panista en Ensenada, uno de 2 mil 500 metros cuadrados y otro de 289.34 metros cuadrados.
El valor de formalización fue de 600 mil dólares, más de 7 millones 300 mil pesos. El avalúo de los inmuebles se tazó en 3 millones 707 mil 526.35 pesos
Los terrenos fueron adquiridos el 17 de septiembre de 1991 y otro el 19 de mayo de 2006.
La racha de compras de bienes inmuebles fue constante en los periodos que esta pareja siguió escalando posiciones, uno de esos ejemplos fueron los hoteles que estaban bajo propiedad del Gobierno Federal a través de FONATUR.El siguiente texto es la respuesta de FONATUR entregado a través del IFAI sobre la venta de estos dos centros turísticos.
 “Al respecto, me permito informarle que mediante el concurso público No. 06/10 que comprende la enajenación de los terrenos, construcciones, mobiliario, equipo y derechos, que conforman Hoteles Desert Inn de Ensenada, Cataviña, Guerrero Negro, San Ignacio y Loreto; ubicados en los Estados de Baja California y Baja California Sur, México, fue vendido el Hotel Desert Inn Cataviña el día 14 de diciembre de 2010.
“Asi mismo, le comunico que durante la Administración Pública Federal 2006-2012 a cargo del Lic. Felipe Calderón Hinojosa, se llevó a cabo la formalización (escritura pública) de venta de los Hoteles Desert Inn San Quintín el día 23 de diciembre de 2010 y Guerrero Negro el 18 de abril de 2012”.
Inversiones públicas en la comarca

Sin embargo FONATUR no proporcionó detalles de la venta a La Pinta Inmobiliaria, para lo cual se presentó un recurso de inconformidad ante el IFAI. En apenas 11 días se compraron dos hoteles.
Los negocios siguieron floreciendo, por ejemplo el 9 de septiembre de 2008 hicieron una Transmisión de Propiedad a particulares, la compra fue una residencia en el Fraccionamiento Puerta de Alcalá en Mexicali con un valor de operación de 2 millones 131 mil 300 pesos.
En la escritura pública aparecen como compradores Antonio Rodríguez y María del Carmen Iñiguez, para lo cual solicitaron un crédito hipotecario de 1, 768,099.50 pesos para la adquisición del inmueble.
La incursión en el ramo inmobiliario de esta pareja al parecer fue todo un éxito: adquirieron a FONATUR el hotel La Pinta en el poblado San Quintín y el hotel Cataviña que se localiza sobre la carretera Transpeninsular a la altura del kilómetro 179 en la zona Punta Prieta.
Ya entrados en compras, los esposos Rodrígueza Iñiguez adquirieron uno de los emblemas más antiguos en destino turístico el hotel y restaurante Muelle Viejo, localizado a la orilla de la Bahía de San Quintín, un inmueble que data de a finales del Siglo XIX.
Este hotel y restaurante ya forma parte de la propiedad de esta pareja político-empresarial que amasó una fortuna a la sombra de Los Pinos.
La historia del Imperio de Los Rodríguez empezó a tomar mayor fuerza, el 1 de diciembre de 2009 la reportera del periódico El Universal, Thelma Gómez Durán escribió “Jornaleros, presos en la tierra prometida”, en donde cuenta la cercanía del entonces presidentes de la República Felipe Calderón con uno de los propietarios del Rancho Los Pinos.

“Amigos del Presidente
“La investigadora Guerra Ochoa resume en una frase por qué los empresarios agrícolas que explotan a los jornaleros no son sancionados, aunque violen diversas leyes: “Tienen mucho poder económico y político. Han sido consentidos por el Estado. Es un sector que tiene interlocución directa con el Presidente”.
“No exagera. El 4 de marzo de 2009, el presidente Felipe Calderón terminó su gira de trabajo por Baja California con una fiesta en el Rancho Los Pinos, en el Valle de San Quintín.
“Las crónicas periodísticas informaron que el festejo fue para celebrar el cumpleaños de Benjamín Rodríguez Hernández, uno de los propietarios del rancho. El otro dueño es Antonio Rodríguez Hernández, ex diputado en Baja California y ahora secretario de Fomento Agropecuario en la entidad.
“En el Valle de San Quintín, jornaleros coinciden: “El peor lugar pa’ trabajar, el que menos paga, es el Rancho Los Pinos”. Lo curioso es que se trata del rancho más grande y con más tecnología.
“Este rancho también es famoso porque las “cuarterías” donde viven sus trabajadores están rodeadas por “una malla” de alambre y el acceso es vigilado por guardias”.
 La riqueza del rancho Los Pinos, la mejor y más cara agricultura.

Un año después de ese reportaje empezaron a comprar en la empresa Inmobiliaria La Pinta, S.A. de C.V. y a crecer en cientos de hectáreas en el Rancho Los Pinos, todo para ellos y casi nada para los jornaleros.
En la siguiente entrega Agua Salada para los Jornaleros.

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